Gustavo Fernández, el Policía Local de Adra que es un héroe
«La satisfacción personal de salvar la vida de un hombre que se me moría en los brazos…y delante de mis hijos. Por estas cosas me hice Policía»
Redacción
«Fueron segundos de mucha tensión, pero no podía permitir que mis hijos vieran como ese hombre se moría en mis brazos». Así explica Gustavo Fernández García cómo le salvó la vida a un hombre el pasado 27 de agosto mientras se encontraba comiendo en el mismo restaurante de El Ejido donde estaba con su familia durante sus vacaciones.
Gustavo, Policía Local de Adra, explica para este medio que durante sus vacaciones y en una comida familiar le hizo la maniobra de Heimlich a un hombre que se estaba asfixiando con un trozo de tomate.
«Empezamos a escuchar a una persona que se estaba ahogando, miré hacia atrás y vi a un señor como estaba rojo y se desvanecía. Se estaba ahogando y en ese momento fue cuando decidí cogerle y hacerle la maniobra».
La tensión durante esos segundos que describe Gustavo pone los pelos de punta, como un hombre que se había sentado a comer con su familia podía perder su vida por un trozo de tomate. Algo quizás que parece imposible, pero no lo es. Si no fuera por la presencia de Gustavo en ese bar, la vida de un hombre se habría perdido.
«Mientras le hacia la maniobra se me pasaron muchas cosas por la cabeza, pero sobre todo que no podía dejar morir a ese hombre y mucho menos delante de los niños. Por fin comenzó a respirar y la verdad que fue un gran alivio», cuenta este Policía Local.
Todo terminó bien, y tanto los familiares como los camareros agradecieron a Gustavo lo que había hecho. Este humilde Policía le resta importancia a su acto heroico y confiesa que después de lo sucedido le temblaron las piernas de la tensión que había vivido. «La satisfacción personal de salvar la vida de un hombre que se me moría en los brazos…y delante de mis hijos. Por estas cosas me hice Policía».
Es de vital importancia la continua formación en primeros auxilios para los agentes de la Policía Local ya que suelen ser los primeros intervinientes en las actuaciones y estar formados puede salvar vidas. Un claro ejemplo es el de Gustavo.