Redacción
La ciudad de Adra ha logrado evitar la pérdida de 300.000 litros de agua diarios gracias al plan de fugas que el Ayuntamiento, a través de Hidralia, empresa gestora del Servicio Municipal de Abastecimiento de Agua y Alcantarillado, impulsó el pasado mes de septiembre. El objetivo de esta medida es aumentar el rendimiento del sistema de distribución de agua potable y optimizar su eficiencia en el municipio.
El alcalde, Manuel Cortés, ha señalado que “estamos dando pasos muy importantes para mejorar la eficiencia de un bien escaso como es el agua y así lo demuestran los 300.000 litros diarios que se están dejando de perder”. Asimismo, ha destacado que “con estas iniciativas incrementamos el aprovechamiento de los recursos hídricos y evitamos el gasto innecesario”.
Durante estos tres meses de funcionamiento del plan, se han detectado más de 100 puntos con deficiencias en el término municipal que han sido reparados, con lo que, hasta la fecha, se han dejado de extraer del acuífero más de 40.000 m3. La puesta en marcha de esta iniciativa ha permitido alcanzar una reducción de los recursos hídricos sin precedentes, lo que pone de manifiesto su eficacia.
La eficiencia de la red de distribución permite aumentar la garantía del recurso y por ello, el Ayuntamiento mantiene una firme apuesta por la aplicación de las nuevas tecnologías para optimizar la gestión. En esta ocasión, se ha utilizado un equipo buscafugas mediante un correlador acústico, que basa su funcionamiento en una campana con la que se identifica el ruido característico que produce la fuga en la red subterránea.
En concreto, se trata de un equipo ultrasonido que permite localizar la avería sin necesidad de realizar un corte de agua general, lo que evita abrir zanjas en la calzada hasta que se constate que existe un posible escape en la red. Esta labor se complementa con una sectorización de la red de distribución, dividiéndose en zonas independientes que se tratan de forma autónoma.
En este sentido, Adra cuenta con un total de 24 sectores y, a través del control de caudales con el balance de los volúmenes entrantes y salientes, se pueden aislar aquellas zonas que presentan más pérdidas para actuar posteriormente sobre ellas. En definitiva, es una planificación eficaz que posibilita una respuesta rápida y competente ante las fugas, lo que repercute en un mayor aprovechamiento del agua y la reducción del consumo en el núcleo y las barriadas.